Labores de protección y mantenimiento de racimos


Área: Técnicas Agropecuarias Asignatura: Agrícola Grado: 10° Periodo:  4
Unidad: Plátano – Banano Docente:    José Raúl Contreras Ariza
Estándar:

1.     Manejo, producción y  postcosecha  Plátano-Banano.

Desempeño:

1.     Identifica cada uno de los elementos  que influyen el desarrollo de un cultivo

Competencia:

1. Aplica las buenas prácticas agrícolas dentro de una producción extensiva

 

Criterios de Evaluación:

  • Solución correcta  en la libreta de apuntes.
  • Presentarlo en la libreta de apuntes, Hojas de block, formato Word, PowerPoint, Desarrollado en el Blog, PDF
  • Sustentación oral.
 
Bibliografía:

Textos de la asignatura, consulta en internet o en el blog dela asignatura.

El desbacote : eliminar la bellota del racimo (desbacote) junto con el encinte y embolse del racimo son labores comunes realizadas por aquellos productores que mercadean el plátano por calidad, favoreciendo con ello el incremento en peso del racimo y previniendo el ataque de enfermedades y plagas que son atraídos por el néctar de las flores. Esta labor se realiza alrededor de una semana después de que ha quedado al descubierto la última mano que conforma el racimo y se realiza manualmente, con una horqueta o machete o media luna

Después de colocar la bolsa o varios días después según la zona se quiebra o corta la bellota de 10 a 12 centímetros de la última mano. Este quiebre debe hacerse en forma manual porque si se hace con machete puede transmitir algún tipo de enfermedad. Esto se dificulta en el plátano dominico-hartón pues está a 3 o 4 mts. de altura, para esto se usa una media luna.

Si el desbellote se hace a tiempo se disminuyen las probabilidades de incidencia de casos de moko transmitido por insectos colectores de néctar. También se puede lograr un aumento de peso en el racimo. Al eliminar la bellota se reducen los daños en frutos incipientes por hongos causantes por punta de cigarro. De igual manera se le disminuye peso al racimo evitando así la caída de la planta.

Al desbacotar se debe evitar hacer presión de las flores sobre la bolsa, pues la lesión que se causa es fuente de generación de enfermedades fungosas. Por esto no es recomendable la práctica sugerida de quebrar la bacota con una horqueta de madera.

Deshojes: El crecimiento de un cultivo depende fundamentalmente del desarrollo progresivo de su área foliar, lo que le permite utilizar eficientemente la energía solar en el proceso de la fotosíntesis.

En el plátano son muy severos los daños que ocasionan al follaje las plagas, las enfermedades y el viento, lo cual incide sobre la cantidad y calidad del producto cosechado.

En la actualidad se lleva a cabo la práctica de deshoje como una parte integral para el manejo del aspecto fitosanitario de la plantación.

Esta labor consiste en quitar a la planta aquellas hojas que ya no le sirven, tales como hojas dobladas, maduras, enfermas y hojas puentes. Esta labor puede ser de dos tipos: deshoje de protección del racimo y deshoje sanitario.

Deshoje de protección al racimo

Consiste en eliminar la hoja placentaria y las hojas que se doblan sobre el racimo, afectando su calidad. La acción de la hoja placentaria y de otras hojas sobre el racimo en desarrollo es una de las causas principales de daño físico, generando punto de entrada de enfermedades, maduración temprana, rayado y pérdida de apariencia externa de los plátanos, especialmente de la primera de las manos, que usualmente produce los plátanos de mayor tamaño y calidad. Un alto porcentaje de pérdida se genera por deficiencia de esta práctica. La hoja placentaria no retirada a tiempo es una fuente de inóculo que generalmente al iniciar el proceso de maduración con ablandamiento de los tejidos, genera daños en la fruta aumentando las pérdidas.

Deshoje sanitario

Consiste en eliminar parte o toda la hoja que se encuentra con manchas visibles producidas por la enfermedad llamada Sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis), y por Sigatoka amarilla (Mycosphaerella musicola L)

El deshoje sanitario se ejecuta dependiendo de la virulencia de la enfermedad y cuando las hojas bajeras presentan manchas visibles. Esta labor se realiza cortando la parte afectada o eliminando totalmente la hoja para reducir la reproducción del hongo.

En las plantas la hoja muy infectada se dobla sobre el seudotallo y dos días después se puede cortar por debajo del área cicatrizada para evitar la salida del látex o desangre de la planta.

Cuando existe sospecha de la presencia de la enfermedad denominada moko (Pseudomonas solanacearum) se debe utilizar el mismo procedimiento de deshoje ya que la bacteria causante de la enfermedad no sobrepasa el área cicatrizada por el doblez de la misma y muere.

Evite cortar más hojas de las necesarias pues se disminuye el área foliar de la planta y puede presentarse maduración precoz de los frutos y acortamiento de los dedos. El número mínimo de hojas sanas para producir un racimo de exportación es de ocho, contadas al momento de la cosecha.

En cuanto al corte, lo más práctico y aconsejable es que éste se realice de abajo hacia arriba, con lo cual se evitan las desgarraduras de las yaguas. Además éste no debe practicarse a ras del seudotallo o sea en el punto de unión del pecíolo con las yaguas, sino preferiblemente en la parte media del pecíolo.

Embolse y encintado

Esta labor consiste en colocar al racimo joven, apenas saliendo la bellota una bolsa plástica perforada y tratada. Aunque esta práctica no es de uso común en el país, ha sido utilizada en la zona de Urabá y zona cafetera con excelente resultado en términos de un producto libre de daños por insectos, aves y por lo tanto de mejor presentación y llenado.

Esta labor presenta las siguientes ventajas:

  • Aumenta la velocidad de crecimiento de los frutos, al mantener a su alrededor una temperatura más alta y durante más tiempo.
  • Permite a los frutos, principalmente los de la primera gaja, alcanzar mayor longitud, diámetro y peso.
  • De igual manera se evitan ostensibles daños relacionados con raspadu-ras y quemaduras en la superficie por rozamiento con las hojas, daños de los pájaros y ardillas.
  • El embolsado disminuye considerablemente el ataque de ciertas plagas, como Colaspis, Trigona y Trips y enfermedades como mal de cigarro.

El uso de embolse ayuda a rebajar la incidencia de daños por quemazones en las frutas donde la gota de agua actúa, como lente, concentrando la luz solar y dañando substancialmente la apariencia de los dedos.

Las bolsas ayudan a que los cambios en las temperaturas entre día y noche sean menores. Mejoran el tiempo de brotación a cosecha, lo mismo que el proceso de formación y maduración pues acercan la temperatura a los 29 o 30 ºC, considerada ideal para el desarrollo óptimo de la fruta, lo que significa rendimientos mejorados para el productor.

El embolse protege contra la recepción directa de la fruta de una gran cantidad de esporas de microorganismos que generan enfermedades post-cosecha. Estos están ampliamente difundidos y se desarrollan en las flores, en las brácteas y hojas de plátano que se están descomponiendo. Las esporas son transportadas por el viento o esparcidas por la lluvia sobre la fruta.

El embolsado lleva a un cambio en el microclima que en algunos momentos se asocian con la presencia de la enfermedad punta de cigarro, que en estos momentos alcanzan altas proporciones en la zona del Quindío entre aquellos que usan las bolsas, presumiendo que esto está asociado con la altísima humedad relativa de la zona, especialmente en la noche. Es conveniente prevenir el daño de la fruta haciendo una aspersión con un fungicida como thiabendazole, antes de embolsar.

Por efectos de daños que se puede causar a la flor al embolsar, se sugiere hacer esta práctica inmediatamente ha brotado la bellota y no han abierto aún las brácteas, que sirven de protección a los incipientes dedos en formación y a las flores, daño físico que sirve de punto de entrada a la mayor parte de los hongos asociados a la punta de cigarro.

Se pueden presentar dos tipos de embolse: Embolse prematuro o temprano y embolse tardío.

  • Embolse prematuro o temprano

Se realiza cuando se presentan ataques de plagas que le causan daños a la superficie de la fruta dándole mala presentación.

Esta bolsa se coloca a todo racimo que haya doblado la bacota o bellota y se encuentre apuntando al suelo. Las manos aún no han abierto.

Estas bolsas normalmente van impregnadas con insecticida y generalmente son de color azul. La bolsa se amarra arriba de la cicatriz de la hoja placentaria para evitar que se deslice. Igualmente ésta debe sobrepasar de 4 a 6 pulgadas a la última mano para que al producirse el llenado del racimo, ninguna mano quede sin protección.

  • Embolse tardío

Este embolse se realiza cuando la última mano está definida, esto es, aproximadamente entre los 14 y 15 días después de abierta la bellota. Estas bolsas son de color blanco y también son perforadas. La forma de colocarlas es igual que la anterior.

El tamaño recomendado para la bolsa plástica es de 40 pulgadas de ancho por 72 de largo con 0,5 milímetros de grueso. En algunas fincas o partes de ella donde los racimos son medianos se pueden usar bolsas de 60 y 66 pulgadas de largo.

Ciclo de embolse

Se debe realizar un ciclo de embolse por semana. El tipo de embolse a utilizar dependerá de la incidencia de plagas en el cultivo. Esta labor se complementa colocando la cinta que identifique el racimo por la edad.

No se debe amarrar la bolsa con los extremos de la misma, porque además de disminuir la longitud efectiva de la bolsa, esta queda mal colocada impidiendo una buena ventilación y la lámina plástica se pega de las manos del racimo lo que provoca quemadura de sol.

Encintado

Esta es una práctica relativamente nueva entre los cultivadores de plátano y se hace para determinar e identificar la edad de la fruta y con base en ello programar la comercialización. El encintado que consiste en amarrar cintas de colores al racimo, se realiza con el objetivo de conocer  la edad de la fruta a cosechar y hacer la programación respectiva para su comercialización, evitando la cosecha de fruta con diferentes grados de madurez.

Esta identificación permite planear la cosecha, mercadeo y corte la fruta correspondiente a las edades requeridas según la distancia del mercado; igualmente se mantiene un grado de cosecha constante y se evita la presencia de fruta madura durante el transporte de la misma.

La cinta se amarra a la bolsa, dejando que un extremo quede colgando para que el cosechero lo vea con facilidad. Con el encintado se determina la cantidad de fruta que existe en el campo.

El cinteo es una práctica fundamental para poder establecer en forma aproximada el volumen de producto para ofertar. Es una herramienta fundamental de planeación, control y estimación de las cantidades; es una forma fundamental de lograr racionalizar el proceso de comercialización; también sirve como una forma de control para evitar el robo que en muchos casos ascienden a cifras verdaderamente importantes.

Destronque

Consiste en la eliminación del seudotallo una vez se ha cosechado el racimo.

“Evita que este material vegetal sea foco de reproducción de plagas y  enfermedades como PICUDOS”

Métodos:

→ Eliminación total una vez cosechado el  racimo

→ Eliminación parcial en la medida en que se va secando

En época de verano se debe mantener por ser reservorio de agua, ya que se ha comprobado que las sustancias que posee en especial agua, pasan a los otros seudotallos que están en el sistema, aunque no se ha comprobado que el dejarlo influya en la producción.

En época de invierno se debe eliminar  totalmente

Herramientas:

  • Machete
  • Palín
  • Desinfectante
  • Balde

→ Con un machete cuando se realiza en forma gradual, eliminando lo seco o lo podrido.

→ Con un palín a ras de suelo y luego picar finamente con un machete para así acelerar su descomposición

Descoline y Bacteriosis

Se debe hacer para regular la población de plantas adultas por área.

“De no realizar esta labor se multiplicarían las plantas portadoras  de racimo, cuya competencia haría  reducir en forma drástica la calidad y peso del racimo”

El colino tiene dos partes:

  1. La herida (es el sitio de corte de donde se arrancó de otra planta) por aquí siempre se ubica el futuro racimo.
  1. Al lado opuesto a la herida se forman los colinos o hijuelos de la planta. Como cada hoja posee una yema, exactamente opuesta la herida se forma el colino que corresponde a la hoja número 1, es el que primero sale y que hay que conservar como reemplazo. A ambos lados del anterior colino se formarán los hijuelos correspondientes a las hojas 3 y 4 de los cuales se escogerá uno, formándose así lo que en manejo de cultivo se llama «madre-hijo-nieto» o escala de producción, aunque estos dos últimos serian «hermanos».

Los colinos sobrantes se pueden vender como semilla, pero al arrancarlos se debe tener cuidado de no reventarlos, lo mismo que al limpiarles el suelo que tienen sobre ellos. Se deben eliminar solo las raíces y no los hijuelos que en ese momento estén brotados porque se atrasarían los ciclos subsiguientes de producción.

Cuando se siembra el plátano a distancias cortas y se tiene suficiente semilla, se eliminan en su totalidad los colinos en la medida en que se van desarrollando. La razón es porque la planta de plátano debe apoyar con nutrientes al racimo y a los colinos hasta que estos sean independientes (fisiológicamente se conoce como el «sink»). Lo ideal es que todos los fotosintetizados vayan solo al racimo.

Herramientas:

  • Palín o barretón
  • Machete
  • Desinfectante
  • Balde
  • Descolinador
  1. Con el barretón o palín se pica el suelo alrededor del colino a arrancar para cortar las raíces del mismo.
  1. Cortar los sitios de unión entre la planta madre y el hijuelo.
  1. Una vez arrancado eliminar el suelo adherido al colino y las raíces, evitando eliminar las yemas que han brotado.
  2. Eliminar 5 cm encima del cormo el seudotallo sobrante con el machete desinfectado.
  • “Si la planta madre está infectada por enfermedades como el Moko, el hijo también saldrá infectado».

El descolinador:  es una herramienta que solo elimina el meristemo principal, Consiste en un tubo de una pulgada de diámetro y de 30 cm de largo, el cual tiene un lado con filo y por el otro lado lleva un mango que puede ser una varilla en «t» que va hasta la altura de la cintura del operario. Por un costado del tubo se le hace un hueco de 10 cm de largo y a 5 cm del borde con filo, (similar a un sacabocado), por donde salen los meristemos eliminados.

Antes de usar la herramienta se debe cortar a ras de suelo el colino a eliminar y se introduce el descolinador por el centro del colino buscando el  meristemo principal para eliminarlo. Desinfecte constantemente la herramienta (paso de una planta a otra), para evitar problemas sanitarios.